A finales del siglo XIX y principios del XX, Dachau era una de las colonias de artistas más importantes de Europa.
El juego de luces y sombras, las manchas de luz solar y la influencia del foehn, que parece trasladar los Alpes al borde del Dachauer Moos. Además, la pequeña ciudad-mercado de Dachau, en las afueras de Múnich, ofrecía a los artistas tanto motivos como un lugar donde socializar. Venían, se quedaban muchos veranos o se instalaban aquí por completo. Ejercieron una gran influencia en la vida social de Dachau, cultivaron y transmitieron las costumbres de la región e intentaron preservar la belleza de la arquitectura y la naturaleza en sus obras.
En aquella época, se dice que uno de cada diez habitantes era pintor, incluidos nombres famosos como Adolf Hölzel, Ludwig Dill y Arthur Langhammer. Carl Spitzweg y Lovis Corinth también acudían una y otra vez a Dachau y utilizaban las especiales condiciones de luz del Dachauer Moos en sus cuadros al aire libre.
Las mujeres, en particular, descubrían cada vez más la pintura y, como a partir de 1920 sólo eran admitidas en la Academia Estatal de Múnich, se formaban en las escuelas privadas de pintura de las colonias de artistas. Las obras se encuentran ahora en Galería de imágenes de Dachau para ver.
